- Y, como tendrán casas comunes y harán sus comidas en común, sin que nadie pueda poseer en particular nada semejante, y estarán juntos y se mezclarán unos con otros tanto en los gimnasios como en los demás actos de su vida, una necessidad innata les impulsará, me figuro yo, a unirse los unos con los otros. ¿O no crees en esa necesidad de que hablo?
- No será una necesidad geométrica -dijo-, pero sí erótica, de aquellas que tal vez sean más pungentes que las geométricas y más capaces de seducir y arrastrar grandes multitudes.
Plató, La República, libro V
uala uala ho reconec tant!
ResponderEliminarperò tipo que ara estava fent la tasca d'aquest text
(quina com-pene-tració!!)
plató era bastant el puto
ResponderEliminarplatóóóóón! que és macot ell
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